Por Maritza Marchant, directora de Consultoría de CCL Auditores Consultores
En los últimos años, hemos visto cómo las empresas han ido aumentando su concientización y preocupación por el impacto que generan en las personas y el mundo. En esa línea, los aspectos medioambientales, sociales y de gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) se han vuelto clave e indispensables en la toma de sus decisiones, y, en el caso específico de Chile, más aún a raíz de la reciente publicación de la Ley de Delitos Económicos y Medioambientales este año.
Tras la promulgación de la mencionada ley, en buena hora, se puede apreciar como a estas temáticas se les ha ido dando mayor valor y, en definitiva, situado en el centro de atención de los directorios, junta de accionistas y de los entes reguladores, lo que inclusive ha provocado en las compañías el tener que condicionar y darle un nuevo enfoque a su estrategia empresarial.
En este contexto, el papel de auditoría interna es trascendental para aportar valor a las compañías, tanto desde el rol de aseguramiento como desde el de asesor independiente de confianza de la administración.
De esta forma, el área de auditoría interna basada en riesgos debe considerar los siguientes aspectos para generar valor en una empresa: planificación estratégica en línea con los deberes de dirección y supervisión; identificación, evaluación, gestión de riesgos y oportunidades ESG; establecimiento de sistema de Control Interno robusto respecto de la información no financiera e instauración de un marco de reportes ESG formalizado.
Sin embargo, aunque el grado de madurez de cada compañía y el tipo de sociedad de que se trate va a determinar el alcance del trabajo del auditor interno en los ámbitos ESG, lo recomendable es incorporar estos criterios gradualmente en los programas de auditoría, lo que puede servir como un buen punto de partida para los auditores internos, tanto en empresas avanzadas en aspectos ESG como en otras que estén iniciando abordar estas iniciativas.
A fin de cuentas, los criterios ESG conllevan una serie de riesgos y oportunidades que suponen un reto al que auditoría interna debe responder con las máximas garantías, proporcionando aseguramiento a la alta administración y los grupos de interés sobre los principales riesgos que afectan a la compañía. Para ello, la recomendación al área es comprender y analizar los aspectos mencionados que le dan valor a la empresa y además identificar los riesgos concretos para cada pilar de los criterios ESG, estableciendo un enfoque específico de trabajo.