CCL Auditores Consultores nace de la unión de CCL Tax, J&A Auditores y Consultores (exJeria), SPREV y Quinto Siete. La firma está integrada por doce socios y un equipo de más de 140 profesionales.
Leer noticia en Diario Financiero
Un nuevo remezón a la industria de las auditoras se dio a conocer la tarde de este martes, con el anuncio de integración de cuatro firmas locales, que dan forma a CCL Auditores Consultores (CCLAC). Se trata de la unión entre CCL Tax, J&A Auditores Consultores (ex Jeria), SPREV y Quinto Siete, que bajo esta nueva estructura se convierte en la principal firma de origen nacional dedicada al negocio de consultoría y auditoría, y busca ser competencia directa de las Big Four en el segmento de grandes y medianas empresas.
Por expertise y conocimiento de la industria dicen no quedarse atrás. La mayor parte de sus doce líderes fueron socios o directores de las mayores firmas locales de auditoría (EY y KPMG, principalmente) o han encabezado divisiones del Servicio de Impuestos Internos e integrado Tribunales Tributarios y Aduaneros.
Nacen como una organización descentralizada, con oficinas en Santiago, Antofagasta, Viña del Mar, Concepción, Osorno y Valdivia, donde consolidan un staff de 140 profesionales, entre ellos, abogados, auditores e ingenieros.
Divididos en tres zonas a nivel nacional. En el norte la oficina la encabeza José Quinteros (exDeloitte y KPMG), mientras el centro agrupa el mayor número de socios entre los que se encuentran Javier Jaque (exEY y KPMG), Carlos Barahona (exEY), Christian Delcorto (exKPMG), Francisco Javier Orellana (exjuez Tributario y Aduanero), Carolina Caro (ExEY), Jaime Preiss (exGarnham Abogados), Raúl Gómez, Rodrigo Ziade (exEY y KPMG) y Gerardo Ugalde (exKPMG). En tanto, la zona sur quedó en manos de Renato Estay Valdés y Lorena Oporto Silva.
Los orígenes
El proyecto, que se viene gestando hace varios meses, nace en respuesta a lo que este grupo de socios ve como una debilidad de las grandes auditoras. “Nos retiramos del mundo de las Big Four porque dejamos de creer en el modelo, un mundo donde el trabajo está muy atomizado y se centra en los jóvenes que atienden a los clientes y ahí muchas veces está el origen de los errores que se cometen”, explica Javier Jaque.
Esta lejanía con el cliente y la poca injerencia en la toma de decisiones de organizaciones con centenas de socios –dice- los impulsó a desarrollar un sistema que no solo implique un mayor involucramiento de los líderes en el día a día de la gestión de la firma, sino estableciendo un modelo de trabajo con una cantidad de horas determinadas para atender a los clientes.
“El gran problema del modelo de las grandes consultoras es que un socio atiende a 180 clientes y así es imposible que abordes todas sus necesidades y eso es nuestro mayor diferencial. Tenemos una cantidad de horas-socio por cliente determinadas y ponemos esos límites porque nos permite mantener la calidad y cercanía”, añade Carlos Barahona.
La presencia regional es otro eje destacado. En este punto, Lorena Oporto señala que esta cobertura es central para abordar nuevas industrias y llegar a empresas que antes no estaban a su alcance, al ser una firma independiente: “Con esta integración vamos a tener más músculo para abordar otras áreas con mayor fuerza, como es el caso del rubro forestal y la salmonicultura en el sur y en el norte, la minería”.
Si bien el proyecto apunta a una competencia directa de las “Cuatro Grandes” y posicionarse en el segmento de empresas de mayor tamaño, ven una oportunidad en las firmas medianas y pequeñas. “Estas requieren mucho más apoyo y acompañamiento en los procesos tributarios y financieros, y es un nicho en el que queremos estar y transformarnos en un especie de doctor de cabecera”, destaca Jaque.
De cara al público interno también tienen un plan no menos ambicioso. “Queremos que cada socio se sienta parte y no sea un mero discurso, por eso cambiamos nuestro rumbo laboral; lo mismo con nuestros colaboradores, que queremos cuidar y que se desarrollen”, dice Barahona. Agrega que “en esta industria es muy importante la retención, porque eso redunda en una mejor calidad del trabajo, en que podemos hacer un seguimiento de sus carreras y, al final del día, eso se traduce en que tenemos tasas de rotación menores al 10% anual -en las grandes auditoras ese indicador supera el 30%-, y eso es imposible de mantener en una gran empresa”, enfatiza.
Sus próximos pasos apuntan a abrir una nueva oficina en Puerto Montt, que ya están armando. De ahí en más, buscar oportunidades pero en forma más orgánica. “La industria de las auditoras necesita nuevos actores, esto favorece al mercado, con más oferentes de calidad y tenemos mucha esperanza de que nos convertiremos en un jugador relevante”, concluye Jaque.