Columna de opinión: Cuentas claras conservan la familia

Por Agustín Brzovic, director Legal de Consultoría Tributaria de CCL Auditores Consultores.

El refrán popular nos recuerda que se conoce a los hermanos en la herencia y a los hijos en la vejez. Es una verdad incómoda pero innegable: la muerte llegará, y con ella, un conjunto de desafíos para las familias empresarias, especialmente aquellas que han acumulado riqueza durante generaciones.

Como abogado que ha presenciado numerosos casos de sucesión familiar, es evidente que muchos no piensan más allá del presente. Sin embargo, la falta de preparación para lo que viene después de la muerte puede llevar a conflictos familiares y a la inseguridad del patrimonio acumulado.

El fallecimiento del patriarca o matriarca de la familia desencadena una serie de consecuencias complejas y a menudo imprevisibles. Uno de los puntos críticos que a menudo generan conflictos familiares es la relación entre los hermanos, especialmente aquellos que trabajan directamente con el patriarca o la matriarca en los negocios familiares. Para mitigar estos conflictos, es crucial establecer claramente los roles y reconocimientos dentro de la empresa familiar. Además de la planificación patrimonial, existen otros aspectos importantes a considerar.

Por ejemplo, es fundamental tener en cuenta las necesidades de cada miembro de la familia. Esto puede implicar la creación de estructuras flexibles que permitan satisfacer las aspiraciones y necesidades de cada miembro, al tiempo que se preserva el patrimonio familiar. Otro aspecto crucial es la educación financiera de los más jóvenes de la familia. La falta de comprensión sobre la gestión del patrimonio puede llevar a disputas y malentendidos en el futuro. Por ello, es importante involucrar a las nuevas generaciones en el proceso de planificación y enseñarles los principios básicos de la administración financiera y empresarial. Por otro lado, la comunicación también juega un papel fundamental en la preservación de la armonía familiar. Es importante que toda la familia esté informada sobre los planes de sucesión y los acuerdos, de manera que no haya sorpresas ni malentendidos.

Un ejemplo reciente, es el caso del fallecido expresidente, Sebastián Piñera, donde años antes de su muerte, comenzó un proceso de reorganización patrimonial y sucesoria que permitió a sus herederos conocer su voluntad, los detalles de sus negocios y otros elementos clave para preservar el legado familiar.

¿Cómo se logra esto? La experiencia en planificación patrimonial nos enseña que el primer paso es conocer a fondo a la familia. Esto, implica recopilar información detallada sobre la estructura familiar, los activos, pasivos y la situación financiera y tributaria.

En resumen, es imperativo anticiparse a los desafíos que surgen ante el fallecimiento de los líderes familiares, garantizando que las cuentas estén claras y que la familia permanezca unida, es decir, la planificación patrimonial adecuada no sólo protege el legado familiar, sino que también fortalece los vínculos familiares a lo largo del tiempo.

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